Hace mucho tiempo que don Pergamino conoció a Antoine Marie, natural de Lyon, aventurero, novelista y aviador francés. En la época en la que fue aviador, volar era una tarea extremadamente difícil y arriesgada. Sufrió varios accidentes. Trabajó para la compañía Aéropostale transportando el correo desde Toulouse a Dakar. Participó en la Segunda Guerra Mundial uniéndose a la Resistencia Francesa y el 31 de julio de 1944, en una misión de reconocimiento por el Mediterráneo, desapareció para siempre. Tenía 44 años en el momento del último y oscuro accidente. El misterio duró hasta el año 1998 en el que un pescador francés recogió, de entre sus redes, su pulsera de identidad. Posteriormente, en el año 2000, un buzo encontró los restos de su avión P-38 Lightning esparcidos en el fondo del mar, frente a las costas de Marsella.
Antoine Marie nos dejó varias frases célebres asociadas a la cultura popular. Por ejemplo, la que dice que “todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan” y muchas otras… “¡Qué importante es leer!”, repite don Pergamino.
Era muy aficionado a las ocas de Toulouse con babero. En francés se escribe oie de Toulouse à bavette. Hay documentos que acreditan su existencia desde el siglo XV, al tiempo que indican la presencia de criadores granjeros que las usaron para hacer el producto fuagrás (foie gras). Hoy en día se utilizan otras variedades de ocas para la producción de fuagrás; también se denomina paté.
Antoine Marie tenía tres ocas preciosas. Las sacaba a pasear todas las tardes, si no hacía frío, por el canal del Mediodía (Canal du Midi). Se trata de un canal navegable que une el río Garona (Garonne), en Toulouse, con el mar Mediterráneo. Una tarde del mes de junio, coincidieron don Pergamino y Antoine Marie paseando por las orillas del canal, muy cerca del boulevard Pierre Paul Riquet. Antoine Marie controlaba de reojo a sus tres ocas que iban picoteando las hierbas tiernas de las orillas. El alimento natural de las ocas es la hierba, el grano, el forraje, la alfalfa fresca, las frutas, las verduras, etc. En general, necesitan mucha fibra en su alimentación. Para las ocas en cautividad existen preparados de pienso compuesto específico; sin embargo, hay que ponerles arena para facilitarles la digestión y conchas trituradas de moluscos para que les aporten calcio.
Pues bien, aquella tarde soleada del mes de junio, don Pergamino le preguntó a Antoine Marie:
- ¿Cuánto pesa cada una de tus ocas?
A lo que este respondió:
- La Pequeña pesa 1.948 gramos menos que la Mediana y la Grande pesa 2.981 gramos más que la Mediana.
Don Pergamino quedó pensativo y dijo:
- Con esos datos no puedo calcular el peso de cada una. Necesito el peso de la Mediana.
- Bien – continuó Antoine Marie - : la Mediana pesa 3.345 gramos.
- Muchas gracia, Antoine Marie. Ahora puedo satisfacer mi curiosidad por conocer los pesos de cada una de tus preciosas ocas Toulouse con babero; sin embargo, tengo que hacer los cálculos, que me parecen un poco complicados.
Don Pergamino te pide ayuda para conocer la respuesta a estas dos preguntas: ¿Cuántos gramos pesa cada oca? ¿Cuántos gramos pesan las tres juntas?
Del libro “Don Pergamino. Números y jácaras”, de Ramón Parra.
UNO Editorial
Ilustraciones de Javier Parra Rodríguez